Gracias Jane Goodall

Nos ha dejado una gran luchadora por los grandes simios.
Gracias Jane Goodall

El Proyecto Gran Simio, la Fundación Animal Guardians y el Corredor Biológico Mundial rinden homenaje a la Dra. Jane Goodall tras su fallecimiento

Madrid, 02 de octubre de 2025 — El Proyecto Gran Simio, junto con la Fundación  Animals Guardians y el Corredor Biológico Mundial, expresan su más hondo pesar por el fallecimiento de Jane Goodall, figura universal que dedicó su vida a la protección de los grandes simios, a la defensa de sus hábitats y a mostrar al mundo la riqueza cultural y emocional de nuestros hermanos evolutivos.

La humanidad pierde hoy a una mujer incansable, cuya voz se alzó durante décadas en favor de los que no podían hablar: chimpancés, gorilas, orangutanes y todas las especies que habitan los bosques tropicales. Con su trabajo científico, ético y divulgativo, Jane Goodall abrió los ojos a generaciones enteras sobre la necesidad de reconocer a los grandes simios como seres con derechos básicos y dignidad propia.

Junto a Dian Fossey y Biruté Galdikas, formó el trío de mujeres pioneras que hicieron posible que el mundo comprendiera la profundidad emocional, social y cognitiva de los grandes simios, estableciendo un puente de unión con nuestra propia especie.

Jane Goodall apoyó la publicación del libro Proyecto Gran Simio, escrito por Peter Singer y Paola Cavalieri, en el que se sentaron las bases éticas para un cambio de paradigma en la relación entre los humanos y los demás homínidos. Su voz resonó entonces, como hoy, como una llamada a la justicia y al respeto hacia los que comparten con nosotros un mismo origen evolutivo.

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El Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio, Pedro Pozas Terrados, ha manifestado:

“El mundo ha perdido a una gran defensora de la vida y de la justicia. Los grandes simios han quedado hoy huérfanos de una voz poderosa que luchó sin descanso por su libertad y por la protección de sus bosques. Jane Goodall nos mostró que los chimpancés sienten, piensan, se comunican y transmiten su cultura de generación en generación. Gracias a ella, entendimos que no estamos solos en la evolución y que tenemos una responsabilidad histórica con quienes comparten nuestro linaje.

Estoy convencido de que allí donde esté, Jane seguirá velando por los derechos de los grandes simios en cautividad y de las poblaciones en libertad. Su luz no se apaga, se multiplica en todos los que continuamos su camino.”

Marta Esteban Miñano, fundadora y presidenta de la Fundación Animal Guardians señala:

“Jane era una mujer sabia, serena, incansable y su energía seguirá con nosotros de una manera u otra. Ella trabajó hasta el último momento para que el mundo reconociera algo tan básico como que los animales sienten, piensan y aman. Sin ella, el reconocimiento de los grandes simios como seres conscientes y con emociones complejas habría tardado décadas más. Le debemos mucho.

Por haber dado hasta tu último aliento por ellos, por el planeta y por todos nosotros, gracias, Jane. Intentaremos modestamente seguir tu ejemplo. Ahora más que nunca lucharemos para que España sea pionera con una Ley de Grandes Simios.”

Desde las tres organizaciones se hace un llamamiento a continuar con la labor que Jane Goodall inició y que hoy se convierte en legado y compromiso para las futuras generaciones. Su figura seguirá siendo faro de esperanza y ejemplo de que la lucha por la vida, la justicia y la dignidad de todos los seres vivos es el camino que la humanidad debe seguir.

“Jane Goodall no se marcha, permanece viva en la memoria de los bosques, en la mirada de los chimpancés y en cada paso de quienes creemos en un futuro de respeto y coexistencia”, añade Pedro Pozas

CAMPAÑA POR LA PRIMERA LEY DE GRANDES SIMIOS DEL MUNDO

El Proyecto Gran Simio y la Fundación Animal Guardians están trabajando actualmente en impulsar la Ley de Grandes Simios en España, que es un imperativo legal.

La Ley 7/2023 de Protección Animal mandataba presentar la ley de grandes simios tres meses después de su entrada en vigor, pero dos años después nada se ha hecho.

Con más de 71.000 firmas ciudadanas y el apoyo a día de hoy de más de 100 organizaciones a una carta pública dirigida al ministro de derechos sociales, Pablo Bustinbuy, la campaña exige una reunión  con el ministro y que la ley se presente sin más demora.

La ciencia ha demostrado que los grandes simios —chimpancés, gorilas, orangutanes y bonobos— poseen capacidades cognitivas y emocionales extraordinarias. Sienten, piensan, se comunican, forman vínculos familiares profundos, muestran empatía y transmiten cultura. Son homínidos no humanos, miembros de nuestra misma familia evolutiva, con quienes compartimos más del 98 % de nuestro ADN.

Estudios pioneros como los proyectos con Washoe, la chimpancé que aprendió más de 350 signos de la lengua americana de signos (ASL), Kanzi, el bonobo que domina un tablero lexigramático y comprende frases complejas, o Koko, la gorila que aprendió más de 1000 signos y comprendía más de 2000 palabras habladas, han demostrado que estos animales pueden comunicarse con seres humanos, expresar emociones y crear nuevos conceptos. En varios casos, se ha documentado cómo enseñan estos lenguajes a otros individuos, lo que constituye una clara transmisión cultural.

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El Proyecto Gran Simio y la Fundación Animal Guardians han elaborado un borrador técnico redactado por expertos, puesto a disposición del Ministerio, con medidas clave como: la prohibición del uso de grandes simios en espectáculos, circos, publicidad y experimentación, el fin de la cría en cautividad y de los traslados entre zoológicos, y el traslado progresivo a santuarios o centros especializados que respeten su etología y bienestar.

Además, el texto contempla el reconocimiento de derechos básicos como la vida, la libertad, la integridad física y emocional, así como la protección frente al sufrimiento. Se prevé también la creación de un registro estatal, el impulso de la cooperación internacional para su conservación en sus hábitats naturales y, por primera vez, el reconocimiento legal como personas no humanas.

Uno de los puntos más relevantes es la necesidad de poner fin a la reproducción en cautividad. Los animales nacidos en cautividad raramente son reintroducidos, a menudo se cruzan subespecies sin valor conservacionista, se rompen lazos familiares profundos y se trasladan individuos entre centros generando un elevado estrés emocional.

Frente a esto, las organizaciones afirman que la verdadera conservación pasa por la protección in situ, es decir, en sus hábitats naturales. Allí es donde deben concentrarse los esfuerzos: luchar contra la deforestación, frenar el tráfico ilegal de especies, proteger a los pueblos indígenas que conviven con ellos y apoyar proyectos que garanticen su libertad, su cultura y sus lazos sociales.

“Ahora que Jane Goodall ya no está entre nosotros, y precisamente en su honor, es el momento de que España continúe su legado con la primera Ley de Grandes Simios del planeta. Para cumplir un mandato legislativo y saldar una deuda histórica con miembros de nuestra misma familia evolutiva, los homínidos.” Añade Pedro Pozas.