Rumbo a la vida.

Rumbo a la vida ha sido escrito con mi alma, con mi pluma que ha dibujado en las cartas de navegación el rumbo a tomar de esta obra, escuchando siempre el sordo lamento de una tierra que llora o la codicia de un ser llamado humano que emplea la violencia para medir sus fuerzas con la maldad.

Mi vida rezuma aventuras, inquietudes, lamentos, suspiros inciertos, pena, tristeza. En mi navegar bajo el mando del Nautilus, he conversado muchas veces con Nemo y me siento solidarizado con él, su soledad, su desprecio a veces de la sociedad global, su amor por el mar y sus misterios. Verne me lo presentó en el puente de mando y mis ojos empaparon cada letra, cada coma, cada frase que desprendía Nemo en sus 20.000 leguas de viaje submarino. El fue mi profesor, Verne mi Director y mis sueños lograron alcanzar los recuerdos de un ayer y un mañana, forjando la construcción de mi nuevo Nautilus que ahora navega con la bandera de ciudadanos del mundo.

Bien venido a bordo. No te arrepentirás. Tomamos rumbo hacia el infinito. Feliz travesía.